¿Sabemos diferenciar esta corriente de otras modalidades laborales formalmente similares?
- Coworkings, Colivings, Work-cafés, Centros de negocios con coworking y Oficinas compartidas son sólo algunas de las modalidades creadas para atender las necesidades del trabajo nómada y/o remoto.
La novedad del movimiento unido a su reciente boom incluyendo el hecho de que la línea que separa estas iniciativas de otras sea a veces muy fina, nos puede llevar a la confusión. Y es que el carácter colaborativo, así como la voluntad por parte de los fundadores de otorgar una atmósfera determinada al centro orientada a la cooperación y colaboración, son factores imprescindibles a la hora de hablar de coworking.
No obstante, también es cierto que no todos los profesionales que quieren alquilar un lugar de trabajo están interesados en el coworking, sino que existen algunos cuya única motivación es la posibilidad de reducir gastos y trabajar fuera de casa. Con el fin de ayudar a aquellos que estén en ese momento de búsqueda, planteamos los tres tipos de espacios compartidos que predominan en nuestro país, explicando qué ofrece cada uno de ellos:
Coworkings
Se trata de un espacio, generalmente abierto, en el que los participantes forman una comunidad. Estructurado de forma horizontal y sin jerarquías, en un centro de coworking tanto los coworkers como los gestores o empleados del centro (si los hay) trabajan en un mismo espacio. Aunque el fundador generalmente dota de su propia filosofía el centro al abrirlo, serán los coworkers quienes formarán y definirán también su espíritu.
En los centros de coworking es frecuente que se convoquen reuniones periódicas para fomentar el networking, propiciando la sinergia entre los coworkers, que participan activamente en las iniciativas que se llevan a cabo en el espacio. Si bien no suele existir obligatoriedad en cuanto al grado de compromiso que se quiera tener con el entorno, sí se propicia una vinculación tanto profesional como personal desde la empatía y a través de planes y acciones colectivos, para así fomentar la colaboración y el intercambio de conocimiento. Reuniones, formación, iniciativas culturales, celebraciones y actividades lúdicas orientadas a reforzar el sentimiento de comunidad son habituales en estos espacios.
Colivings
Además de un fenómeno residencial con sus propias características, el coliving es también un concepto de vida que, a su vez, se está convirtiendo en España en una atractiva alternativa de acceso a la vivienda para los jóvenes.
Vivir en un edificio destinado al coliving significa compartir con los vecinos no solo diferentes zonas comunes sino también momentos, experiencias, proyectos, sin renunciar a un pequeño espacio de intimidad. Una de sus principales bazas es la socialización a nivel personal, como ocurre en el coworking, pero a nivel profesional. Y es que las experiencias compartidas, las vivencias comunitarias son unos de los principios mejor valorados por la generación millennial.
No difiere demasiado de lo que ofrece o se vive en una residencia de estudiantes, aunque está más enfocado a jóvenes profesionales que viajan a estudiar un máster o un doctorado a otras ciudades, estrenan su primer trabajo lejos del hogar familiar o, sencillamente, buscan independizarse y no disponen de los medios económicos suficientes.
Work Cafés
Son espacios innovadores que agrupan en un solo lugar banco, cowork y cafetería. Son lugares colaborativos abiertos para todos, en los que se puede trabajar, conectarse a internet, celebrar reuniones, asistir a eventos y, por supuesto, realizar gestiones financieras. Todo esto se puede hacer degustando un delicioso café hecho por los expertos baristas, acompañado de pastelería de autor.
A simple vista puede parecer una cafetería, pero los work cafés son mucho más que eso. Son una manera de aportar frescura y tecnología a la experiencia de acudir a una sucursal bancaria. Además, en definitiva, se convierten en una importante herramienta para que los emprendedores tengan más fácil el acceso a nuevas oportunidades. Con ellos se consigue que los clientes no “tengan” que ir a la oficina, sino que “quieran” ir a la oficina.
Centros de negocios con Coworking
Se trata de un modelo mixto, en el que parte del centro de negocios tradicional (generalmente una sala) se habilita para que freelancers lo alquilen, pudiendo usar las instalaciones del centro. Los usuarios de este tipo de centros tendrán a su alcance todos los servicios para realizar su actividad diaria, además de tener la oportunidad de conocer a otros profesionales liberales como ellos, pero sin la implicación del centro en la sinergia o relación que puedan o no establecer.
Oficinas compartidas
Se trata de oficinas que debido a una reducción de personal o por sus dimensiones no resultan rentables a los gestores o empresas responsables, por lo que éstos recurren al coworking como una forma de compartir gastos. Básicamente, ofrecen puestos de trabajo a profesionales independientes a cambio de una cuota fija, como en los anteriores modelos, aunque no existe una comunidad ni una dinámica orientada a fomentar la colaboración entre los inquilinos.
Si bien es obvio que el coworking constituye la opción más enriquecedora, también es cierto que implica una actitud abierta y colaborativa en los coworkers. Con esta vocación y un cierto compromiso, será posible exprimir todas las posibilidades y oportunidades que esta modalidad abre a los miembros de la comunidad.