La nueva transformación digital ha llegado a nuestra sociedad influyendo notablemente en el modelo de trabajo actual. Los espacios de trabajo compartidos existen desde hace mas de una década y se están haciendo eco, cada vez más, de las numerosas ventajas que este tipo de trabajo proporciona.
Esta modalidad de trabajo tuvo sus inicios entre los freelances estadounidenses, expandiéndose hacia las empresas de EEUU, y más tarde en Europa y el resto del mundo.
Un espacio coworking se puede definir como el lugar en el que se realiza un trabajo colaborativo en oficinas integradas, frente a lo que llamaríamos oficina tradicional, que se caracteriza por dividir los empleados en departamentos o espacios privados dependiendo del trabajo que desempeñen y enfocados en una ocupación concreta.
Todavía muchas empresas se preguntan qué puede aportarles esta manera de llevar a cabo la actividad empresarial. Lo cierto es que los beneficios que ofrece este formato de trabajo son múltiples, mayor rendimiento, flexibilidad, y nuevas oportunidades para crear contactos.
Estos espacios son la opción perfecta para aquellos que buscan expandir su negocio hacia nuevos mercados fomentando la visibilidad de marca y generando una comunidad que está en constante crecimiento.
Además, el coworking hace que los usuarios saquen su lado más innovador, y den un paso más hacia el mundo tecnológico en el que estamos sumergidos.
Estos espacios cuentan con creadores, líderes y emprendedores y hacen uso de tecnologías innovadoras que les ayudan a gestionar su negocio de una manera impecable.
Prestan servicios como el call center o servicio de recepción, tienen salas de reuniones, salones y oficinas ejecutivas dedicadas a tu equipo, ofrecen Hot desk flexible en un espacio abierto o un escritorio dedicado en una oficina compartida, impresoras de clase empresarial, almacenamiento para bicicletas, cabinas telefónicas privadas, community managers, gestión del correo y de la paquetería, eventos profesionales y sociales, acceso al edificio 24 horas al día, 7 días a la semana y un largo etcétera.
Unirse a la revolución coworking beneficia a las empresas, y está poco a poco transformando el mundo laboral; a continuación mencionamos algunas de sus principales beneficios respecto a la oficina tradicional.
¿Qué aportará a mi empresa un espacio de coworking?
Por un lado, los espacios de trabajo compartido presentan un entorno mucho más favorable que un espacio individual, o trabajar desde casa.
Es la mejor opción para los emprendedores solitarios o aquellos que no cuentan con un gran equipo de trabajo ya que ofrece a las personas la oportunidad de socializar, y encontrarse en un entorno más agradable y cercano.
Además, la reducción de costes de inversión es realmente notable en comparación con una oficina individual o tradicional. Los gastos de muebles, material, electricidad, etc., serán compartidos, lo que ayudará a ahorrar gastos.
Se trata de una inversión empresarial que traerá más beneficios. La rentabilidad que supone tener un personal que trabaja en contacto y en un entorno favorable se verá reflejado a medio largo plazo de una manera muy positiva.
Asimismo, cuando se produzca algún tipo de contingencia, la propia comunidad coworking tendrá la capacidad de trabajar en conjunto y ayudarse a solucionar los inconvenientes que se presenten.
Muchos de los problemas empresariales se resuelven con un poco de creatividad.
Los espacios coworking son una oportunidad para que otras personas (red de personas en línea o en cada ubicación) te echen un cable o para resolver problemas empresariales, ayudándose del ingenio y experiencias vividas.
Hasta hace poco los espacios de coworking eran únicamente considerados por pequeñas empresas que contaban con bajos presupuestos. Actualmente se ha convertido en una opción realmente atractiva para autónomos, nuevas empresas, pequeñas empresas y grandes empresas.
El número de estas instalaciones ha crecido un 50% durante el pasado año y en la actualidad, existen alrededor de 10.000 oficinas de coworking en todo el mundo.
Esta tendencia de crecimiento no es una excepción en España, habida cuenta de nuestro mercado laboral precario y con una alta tasa de desempleo, lo que ha impulsado el perfil del freelance y del emprendedor.